11.2.15

PARA ENTENDER A SUPER HEXAGON...


Primeramente hay que deducir quien es y que busca Terry Cavanagh con su “Arte”, ya que, en este caso en particular, autor y obra son un todo inseparable, un ente monolítico que en caso de fragmentarse y dividirlos en raciones más comestibles se pierde muchos enteros del “sujeto que hace juegos como de Atari 2600” con respecto a “esos juegos como hechos de LSD”.

¿Esto cuenta como Spoiler?

Sin conocer al buen Terry ni en fotos ni de tomarme la molestia de revisar su Bio en Wikipedia, sé que es un tipo humilde, directo, que ama los vídeo juegos y que son una parte importante de su vida, que no es muy dado a la polémica vacía, de al menos treinta años, que paga sus impuestos a la hora y saca a pasear a su perro cuando puede; Terry sabe que tiene una capacidad muy deseada por el género humano: el tener la virtud de llevar a buen puerto las buenas ideas que concibe.

Piece of cake, bitches

Super Hexagon es algo así como un Endless runner en el cual hay que sobrevivir por 60 segundos con una especie de puntero que gira en sentido horario y viceversa sobre un hexágono esquivando paredes con distintos patrones y que se acercan a cada vez mayor velocidad con cambios bruscos de las perspectivas de la cámara incluso con niveles de dificultad in crescendo con pantallazos de colores elementales y al ritmo de unas pegadizas melodías hechas de música electrónica 8 bit.

Verde que te quiero Verde

No cometamos un error, a primera vista Super Hexagon da la impresión de que premia al jugador rápido y arrebatado, aquel que se deja llevar por la premura que nos inculca tanto giro y música desenfrenada, la solución aparente es la reacción inmediata a un ambiente tan inmediato, creemos que seremos entonces el mejor si solo somos más veloz que el mismo juego, se nota sobre todo en las primeras partidas en el que el juego se siente fragmentado por nuestra propia impericia en los controles y que en términos mas abstractos me gusta pensar que es nuestro cerebro calibrando los datos, estímulos y reacciones, es el tratar de familiarizarse con el entorno y las condiciones que nos propone el juego lo que nos conduce a mejorar escalón por escalón, ya que el reto de permanecer con vida por 60 segundos no parece a priori una premisa tan demandante.

We are living in the Yellow Submarine...


El aparente caos y desorden inicial transmuta partida a partida en un acomodamiento secuencial; todo empieza a caer en su correcto lugar y se empiezan a notar los hilos invisibles de la serenidad y el orden permeando el fluir del juego, y es después de muchas y muchas partidas infructuosas que nos vamos dando cuenta de que en realidad Cavanagh quizás premia el ser paciente y preciso, si nos apuramos al salir de una espiral hay mucha probabilidad de chocar, si medimos mal los espacios en donde podemos salir tocara empezar de nuevo por enésima vez. 


Capitan!, veo algo en el radar!


La dicotomía pues, se nos plantea de manera descarnada y abierta en la etapa media del juego: rapidez Vs paciencia, reacción Vs precisión, ahí toman el escenario principal estos enfrentamientos milenarios de aptitudes, los cuales nos hemos dado a la tarea de antagonizar quizás por nuestras ideas preconcebidas de que no se pueden ser dos cosas a la vez, o eres la Liebre o eres la Tortuga, no hay superposición de estados, NO puedes ser la liebre y la tortuga al mismo tiempo.



Si, es azul...

Pero, ¿y si la solución de Super Hexagon es el equilibrado balance de la prueba y error?, la simetría de una fría ecuación matemática entre acción y reacción, estimulo y contra estimulo; a lo mejor la comprobación del problema viene dado por postulados indemostrables y tan humanos como el fluir, esa sensación difícil de describir pero que todos conocemos como estar "En la zona", una maravilloso estado mental en donde se ven una y todas las soluciones a la vez, el todo y la nada son las dos caras de algo mucho mayor e insondable, la abstracción mientras se fluye ya no es un fin sino el medio para realizar lo que queramos. 

Super Hexagon es reto porque si, sin mas; muy al estilo de ¿cuanto tiempo puedes aguantar la respiración bajo el agua?, o ¿que tan largo llegas cuando meas?. Creo que en el fondo hay mucho de querer demostrarle al juego de que somos los que estamos en control de la situación, que por mucha música estridente, y pantallazos haremos lo posible por salir adelante poco a poco; cada segundo ganado es una pequeña victoria tan metafóricamente parecida a esos pocos metros ganados después de una cruenta batalla de trincheras de la Primera Guerra Mundial. Super Hexagon te propone una larga, metódica y brutal carrera de resistencia en pequeños y aparentes sprints de velocidad.

Puto Casual

Cuando juego a Super Hexagon me siento como un sujeto de pruebas de laboratorio, de esos del grupo de control aparentemente normales y que al otro lado del vidrio unos científicos en batas blancas toman datos sin descanso, al final del día soy la cansada rata de laboratorio de Mr Cavanagh, una rata a la cual le pagan con colores, epilepsia y chiptune.


Estoy On fire con los Spoilers

Super Hexagon es la deconstrucción ordenada y metódica del minimalismo obsceno, sus seis caras son el caos elegante, Super Hexagon es la estimulante y decadente droga de un cuento de Phillip K. Dick.

La humanidad esta perdida...



No hay comentarios.:

Publicar un comentario